La Ciencia es la fruta del nuevo siglo, el resultado de lo mucho que se buscó en el siglo XIX y XVIII, el fruto del renacimiento y de la revolución ideológica en el siglo XVIII. Es el hijo de los filósofos y pensadores de siglos antes de Cristo, por lo que es pertinente cederle el lugar que se merece dentro de nuestras aulas y en la misma calle para que deje de ser algo que no todos toman en serio por que se considera de difícil acceso o interpretación.
Para las universidades la ciencia es fundamental, la aplicación del método científico y de la búsqueda de la verdad en algunos espacios académicos es necesaria y accesoria a todos los aspectos que se desarrollan en las aulas universitarias. La investigación científica ha sido limitada por que como bien dice el Dr. Rovira se considera que la universidad está limitada a transmitir conocimientos teóricos. En mi humilde opinión y para expresarlo de manera sencilla yo considero que la ciencia comienza con la discusión y la duda. Poner dudas, confrontar paradigmas. En la historia ya lo hemos visto así, los primeros científicos conocidos, son los griegos, Sócrates, Platón y Aristóteles, que a partir de la discusión y de las dudas plantearon cuestiones que eran del interés de todos; por que al final de cuentas todos querían saber de donde venía la vida, o por que el cielo era azul. Pero lo primero que hicieron estos filósofos, fue plantarse las preguntas, ¿Por qué?, ¿Cómo? ¿Dónde?. Como es bien conocido el dicho, si planteas el problema tienes el 50 % del problema resuelto. De ahí que hay que facilitar en el salón de clases la discusión, la práctica de dudar, la práctica de preguntarse, la práctica de someter a juicio hasta nuestras mas pequeñas dudas puede ser una alternativa para poner la ciencia en manos del pueblo.
En mi opinión, la situación es que la gente no se plantea cuestiones, no se plantea preguntas, la curiosidad es la base fundamental de la ciencia, las preguntas que deben formularse tienen que ir de la mano de lo que aprendemos. También resulta que la gente tiene preguntas en clase, pero el modelo de enseñanza no permite que estas dudas florezcan para convertirse en nuevo conocimiento.
La Ciencia en muchos países se ha limitado al círculo de especialistas o de sabelotodos pero la verdad es que la ciencia debe estar en manos del pueblo, que la gente conozca el método científico, que al final de cuentas es un método natural de acercarse a la verdad, por que procede de lo que hace cualquier persona cuando tiene una duda.
Ahora, la investigación dentro de la universidad es otra cosa, requiere de métodos, de instrumentos de medición y de otros artilugios que permitan se desarrolle. De establecer mecanismos para que la gente que vive dentro de la universidad de a conocer lo que ha descubierto. En muchos casos es la flojera de crear, como los países del 1er mundo han sido capaces de desarrollar tanto conocimiento preferimos importarlo, pero hay que crear conocimiento propio, esa es a mi manera de ver la siguiente frontera, dejar de ser dependientes tecnológicos de los países industrializados y crear nuestra propia ciencia, nuestras propias visiones y soluciones a los problemas diarios. No es una tarea imposible, es una tarea que antes que nada requiere disciplina, ¿Qué quiero decir con esto? Que los niños desde su más tierna infancia tienen que aprender dos cosas, crear y curiosear, y enseñarlos a buscar respuestas en libros o internet solo de esa manera se podrá acercar a la gente a la ciencia y podremos formar investigadores de primer nivel en las universidades.
Lo malo de nuestro siglo XXI es que todo está hecho, o al menos eso cree mucha gente, ¿comunicarnos a distancia? ¿para qué si ya está hecho?, viajar a lugares remotos en poco tiempo, ¿para qué si ya está hecho?, en fin tantas preguntas que al parecer de la gente estan resueltos, ¿mejorar la situación económica del país? ¿para qué si ya están los modelos económicos de los países en desarrollo o del FMI o del Banco Mundial? Error, si señores, error, craso error, el desarrollo en el sentido económico de la palabra solo será resuelto cuando atendamos a nuestras necesidades intrínsecas (nacionales, regionales) de manera seria y personal, sin importar modelos y creando nuestras propias soluciones de desarrollo más allá de lo que dictan las autoridades financieras internacionales. Y así tantos ejemplos de lo que limitan la ciencia (social o natural) en el mundo que habitamos.
Tal vez no podamos crear un cohete, pero podemos mejorar alimentos, podemos mejorar razas de animales, podemos mejorar la situación económica de nuestros semejantes, en fin
hay tantos paradigmas que romper aun, y esto puede ser, aunque no lo parezca, un gran problema, la resistencia al cambio, enfrentarnos a un nuevo horizonte, nos parece que las cosas no andan tan mal actualmente y que finalmente ¿que podemos hacer?, ¿nada? Mala respuesta, hay que vencer el miedo a cambiar y a descubrir. Por siglos eso fue lo que frenó la ciencia a nivel mundial, como bien dice el Dr.Rovira en su ensayo: “Las Sociedades de Conocimiento en Función del Origen, Naturaleza y concepción de la Investigación” Copérnico primer pensador que se atrevió a plantear una realidad distinta a la conocida tuvo que luchar con los paradigmas de la época y aunque no de manera inmediata logró plantear una nueva realidad a pesar del miedo de sus congéneres y de la natural resistencia al cambio que vivimos en el día a día. De tal manera que el problema no es crear o formular algo, la respuesta única es crear cambio, atrevernos a cambiar y no solo copiar lo que hacen otros por miedo a ser los primeros o pioneros.
¿La ciencia es fácil? Esa es la pregunta clave para algunos, tal vez no, o tal vez si. Yo digo que si, los programas televisivos y los museos tecnológicos lo estan planteando, acérquese a la ciencia, esa es la nueva consigna. La cuestión en sí es que debemos entrar en ese nuevo sendero, intentar cambiar la realidad con preguntas.
Dudar de nuestra realidad ¿esta esto bien? O ¿Qué debemos hacer para mejorar la situación? Desde el asiento en el bus, hasta las vacunas en el servicio médico. La ciencia lo abarca todo porque es una necesidad intrínseca del ser humano, mejorar y facilitarse la vida. La ciencia es entonces generadora de bienestar y de crecimiento económico, tenemos que alejar a la ciencia de la retórica romántica de que la ciencia es solo para filósofos o entendidos, ya que una mejora en el transporte o en los acueductos de la ciudad puede ser tan válida como la genética humana o animal. Arreglar los asientos de un autobús lo podría hacer un ergónomo o simplemente un artesano pero igual sería un avance que puede generar intercambio económico y generación de conocimiento.
La ciencia debe estar desde luego al servicio de la gente y esa es la tarea que le corresponde a maestros, filósofos, universidades y pensadores poner en manos de la sociedad lo que se descubre para mejorar nuestra realidad, ahora la ciencia tiene que atenerse a algunas cosas como asegurarse que no está atacando al ambiente y que está generando verdaderos cambios benéficos par la gente.
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