Miembros de comunidades indigenas y campesinas de Panamá reclaman sus derechos relacionados con la tenecia de la tierra y del agua en provincias como Veraguas, Chiriqui y Bocas del Toro.
Gentes de comunidades tan alejadas como Rio Cobre o Tanara se han dado cita para pedir audiencia con el Presidente de la República para que se detengan los proyectos de hidroeléctricas en los ríos de las comarcas Ngobe y de los poblados Rio Cobre en Veraguas y Boquete en Chiriqui.
El establecimiento de estas hidroeléctricas solo promete desalojo de sus hogares y contaminación de las fuentes hídricas asi como privatizacíón de los pricnipales ríos que sirven a las comunidades del norte de la República.
Esta tendencia privatizadora por parte del gobierno central de Panamá deja de lado las promesas de generar desarrollo de manera sustentable en el país.
Mientras el presidente se pasea por Chile en una conferencia sobre desarrollo sustentable decisiones respecto al futuro de las generaciones panameñas se ponen en entredicho con estos proyectos.
Sin lugar a dudas la inversión extranjera es importante, pero nunca a costa del bienestar de los ciudadanos o de la enajenación de los recursos de la Tierra que son tan importantes para la sobrevivencia de la especie humana.
Sin quererlo y sin saberlo Panamá está entrando en la Guerra del Agua., la próxima guerra que se nos avecina y que pondrá a temblar a las masas, y a reir a los inversionistas que siendo visionarios se estan aprovechando de los recursos que pertenecen a la nación.
Marzo 2008
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